En el evangelio de Marcos encontramos un pasaje muy singular
que cuenta acerca de la aventura milagrosa que vivió un paralítico junto a sus 4
amigos.
Son varios hechos los que llaman la atención en esta
historia, primeramente observar que los amigos del paralítico al no poder
entrar en la casa de Jesús porque estaba repleta cuando él estaba predicando,
se dieron modos de: a) subir al techo
con su amigo paralítico en hombros, b) abrir un hueco en el techo y c) bajar
desde el techo a su amigo paralítico hasta donde estaba Jesús (que coordinación
y esfuerzo).
A continuación, te invito a que leas el pasaje que hoy
reflexionaremos juntos.
“Después de varios
días, Jesús regresó al pueblo de Cafarnaúm. Apenas se supo que Jesús estaba en
casa, mucha gente fue a verlo. Era tanta la gente que ya no cabía nadie más
frente a la entrada. Entonces Jesús comenzó a anunciarles las buenas noticias.
De pronto, llegaron a la casa cuatro personas. Llevaban en
una camilla a un hombre que nunca había podido caminar. Como había tanta gente,
subieron al techo y abrieron un agujero. Por allí bajaron al enfermo en la
camilla donde estaba acostado. Cuando Jesús vio la gran confianza que
aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus
pecados.»
Al oír lo que Jesús le dijo al paralítico, unos maestros de
la Ley que allí estaban pensaron:
«¿Cómo se atreve este a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra
Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados.»
Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les
dijo: «¿Por qué piensan así?
Díganme, ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo? Pues
voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la
tierra para perdonar pecados.»
Entonces le dijo al que no podía caminar: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa.»
En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel
hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron
admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: «¡Nunca habíamos visto nada
como esto!» “ Mc 2:1-12 TLA
Realmente el paralítico tenía 4 valiosos amigos que más allá
de las circunstancias, tuvieron la fe que de que su amigo sería sanado cuando tuviera
un encuentro con Jesús, ellos se esforzaron al máximo, no se dieron por
vencidos, fueron más allá de lo convencional, se arriesgaron al hacer todo lo
que hicieron.
Sin embargo, el resultado fue espectacular, su amigo salió
de ese lugar con los pecados perdonados (es decir con la promesa de una vida eterna en
la presencia de DIOS) y caminando (estrenando piernas nuevas diría yo).
Cuántas veces nos encontramos pasando tantos problemas y
dificultades por la vida, enfermedades, problemas financieros, soledad,
fracasos conyugales, en fin de todo tipo, y nos preguntamos donde esta DIOS y
porque no nos ayuda. Pero fíjate que una
de las maneras que DIOS usa para ayudarte y rodearte de su gran amor, es a través
de personas que están junto a ti, que
hacen cosas como “tratar de subirte por el techo de una casa” para que tengas
un encuentro con Jesús, porque ellos
saben que EL es el “camino, la verdad y la vida”, y sin embargo, muchas veces alejas
estos amigos de tu vida y prefieres ir corriendo a escuchar el consejo de quien
no tiene a un DIOS todopoderoso que respalde su vida.
Escucha esto: DIOS te ama tanto, que mandó a su hijo Jesús a
morir por tus pecados para que tengas vida eterna en EL, y va más allá aún, cada
día te manda a sus hijos para amarte, apoyarte y bendecirte.
Es el momento de que tomes la actitud que tuvo el
paralítico, confió en DIOS aceptó su ayuda, y salió de ese lugar sin su
enfermedad y con una vida restaurada.
Que DIOS te bendiga mucho.