- Levántate, no importa cuán fuerte fue la caída.
- Levanta la mirada al Señor,
- Abre tus brazos y luego invítalo para que entre en tu corazón, entrégale tu vida.
- Cuéntale todos tus dolores, fracasos y miedos, encontrarás en EL restauración para todo ello.
- Luego, respira profundo, EL ya llegó a tu vida,
- A partir de hoy no vivirás nunca más en soledad
"Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas." Josue 1:9